¡Vienen volando!

La llegada de envíos o paquetes mediante drones está muy cerca de hacerse realidad. Aunque todavía tienen que superar algunas adversidades como son la legislación o mismamente: La seguridad. Estas son dos de los escollos que están dificultando que estos “aparatitos” despeguen.

A día de hoy casi todo el mundo tiene una idea de lo que son los drones o vehículos de vuelo de pequeño tamaño. Este nombre viene del término anglosajón “drone” que significa en nuestro idioma “zángano”. Desde años atrás se utiliza en ámbitos como el militar, el de la investigación o mismamente en la grabación de escenas que tienen lugar en el aire, series o documentales.

Ahora se les quieren dar nuevas utilidades, y entre ellas destaca la comercial; es decir la entrega de mercancías. Según investigaciones de la Casa Blanca que sugiere que estos pequeños “aviones” con fines comerciales puedan generar más de 82.000 millones de dólares (unos 73.100 millones de euros) para la economía de Estados Unidos y sustentar hasta 100.000 puestos de trabajo. De hecho, desde hace un tiempo se están desarrollando distintas iniciativas para que el sector despegue.

La que más repercusión ha tenido fue el proyecto de Amazon. La compañía está trabajando en el desarrollo de su Prime Air, con el que pretende reducir los tiempos de entrega de los productos. “Estamos entusiasmados con esta tecnología y un día la usaremos para entregar paquetes a los clientes de todo el mundo en 30 minutos o menos”, explican los responsables de la compañía de esta área. La idea es que, instantes después de que el cliente compre un producto, éste se cargue en un dron eléctrico completamente autónomo, programado con las coordenadas de entrega y guiado por GPS. El aparato iniciará el vuelo, y aterrizará en una pequeña plataforma que debe tener habilitada el cliente, que podrá recoger su artículo que podrá recoger su artículo con un código.

Este proceso ya se hizo realidad hace unos meses con el primer envío real con dron por parte de la compañía, y que anunció el propio Jeff Bezos en su cuenta de Twitter: “La primera entrega a clientes #AmazonPrimeAir está en los libros. Trece minutos desde el clic a la entrega”.

Tecnología y logística.

Pero no es la única tecnología que está apostando por ello. Alphabet, la compañía matriz de Google, cuenta con el proyecto Wing. Aunque su trabajo tiene poca visibilidad, se sabe que han desarrollado un robot que no tiene diseño habitual con aspas de empuje, sino que más bien recuerda a los prototipos de avión de la II Guerra Mundial.

Entre sus características se encuentra la posibilidad de realizar maniobras de ascenso bastante cerradas y mantenerse en posición fija. Otras compañías que son muy conocidas como por ejemplo Correos o DHL también tienen la idea de implementar estos servicios para facilitar el acceso a puntos a los que por medio terrestre sería más complicado llegar.

Los inconvenientes.

Sinceramente, no todo son ventajas. El reparto con drones también cuenta con una serie de inconvenientes que pueden dificultar su expansión. Para que se convierta en una realidad hay dos puntos críticos que están sin resolver. Uno de ellos es la necesidad de reducir el coste de este tipo de tecnología. Paralelamente está el segundo problema que como no podría ser de otra manera es la seguridad. Otro aspecto a tener en cuenta es el de seguir con el aumento de la autonomía ya que esta es limitada por la duración de la batería, por último, también hay que contar con el establecimiento de vías de circulación aéreas, espacios de aterrizaje y solucionar la cuestión de las devoluciones. ¡Ah! Y otra cosa, pero no menos importante son las condiciones climatológicas ya que cuanto más pequeño sea el dron, más vulnerable se vuelve a los caprichos del tiempo.

Resumiendo, para que todo esto sea efectivo habrá que volar y de manera constante para así poder ser rentable y seguro.